Una buena reina no puede prescindir del cruce con zánganos seleccionados. Todo ello con el objetivo de potenciar y aumentar el nivel de los buenos caracteres que se quieren conservar por vía materna y añadir y aumentar todos aquellos caracteres que tienen transmisibilidad aditiva y recesiva.
La elección de las líneas masculinas es crucial y constituye el elemento más importante de la estrategia de una empresa: descuidar este aspecto es relegar todo el trabajo al azar. Además, es la única herramienta de que dispone una empresa para lograr una mejora genética amplia, rápida y mensurable, que abarque la totalidad de sus líneas de hembras.
La importancia del valor de trabajar en líneas masculinas es tal incluso cuando no se trabaja en una zona aislada. Una correcta saturación con diferentes líneas de machos, cada una de las cuales aporta determinadas características, garantiza al menos un 70-80% de seguridad en los apareamientos. Aquí no hablamos de selección, sino de un sistema óptimo para combinar la heterosis controlada con la heredabilidad y el mantenimiento de los caracteres.
La importancia de las líneas masculinas en el apareamiento es la clave para lograr, mantener y medir la mejora genética basada en rasgos hereditarios.